“No se trata de arte, se trata de expresión emocional: en mis acompañamientos con mujeres víctimas de violencias, utilizo mucho esta herramienta cuando las mujeres están emocionalmente bloqueadas” (Lucía Camargo de Berba Educación Social)

En el corazón de la educación social y otras disciplinas de intervención social y acompañamiento reside la capacidad de conectar con las personas, comprender sus realidades y facilitar procesos de cambio y bienestar. Sin embargo, en muchas ocasiones, las palabras se quedan cortas cuando existen bloqueos emocionales, algo muy normal trabajando con las personas que trabajamos, con vivencias complicadas y experiencias que han dejado un gran daño emocional. ¿Cómo abordamos aquello que reside en lo más profundo, bloqueado, escondido, eso a lo que no podemos ponerle nombre? Aquí es donde la arteterapia emerge como una herramienta potente y transformadora, con resultados impresionantes porque las manos hablan un lenguaje emocional al que a veces no le damos la importancia que tiene.
La arteterapia, lejos de ser simplemente una actividad lúdica, es una disciplina profesional que utiliza el proceso creativo de las artes plásticas (y otras expresiones artísticas) para explorar emociones, reducir la ansiedad, mejorar la autoestima y manejar comportamientos, entre otros beneficios (American Art Therapy Association, s.f.). No se trata de crear obras de arte «perfectas», no se busca la belleza del arte, sino el proceso mismo de creación, lo que se siente, lo que se vomita a través del arte y la reflexión sobre la experiencia.
En el ámbito de la intervención social, nos encontramos frecuentemente con situaciones complejas donde las personas pueden tener dificultades para verbalizar sus experiencias, traumas, miedos o incluso sus aspiraciones. Esto puede deberse a diversos factores: barreras lingüísticas, limitaciones cognitivas, experiencias traumáticas que bloquean la memoria verbal, o simplemente la incapacidad de nombrar emociones complejas.
“Una mujer maravillosa a la que acompaño en su proceso ha vivido años de violencia sexual, violencias que no se atreve a narrar, pero que hemos podido trabajar juntas gracias a la arteterapia, que nos permite ponerle nombre y emociones a lo que vivió y a todo lo que a día de hoy le afecta” (Lucía Camargo de Berba Educación Social)
Aquí es donde la arteterapia se vuelve invaluable. Al ofrecer un medio no verbal de expresión, permite a las personas sacar a la luz aquello que está oculto. La pintura, la escultura con barro, el collage, la danza, la música, el tejido o la escritura creativa se convierten en lenguajes alternativos. La arteterapia no tiene límite, porque nada de lo que crees está bien o mal y a través de ello, se puede:
- Externalizar sentimientos y pensamientos: una persona puede pintar la confusión que siente, la tristeza que no puede expresar con palabras o la rabia contenida, dando forma y color a sus emociones.
- Procesar experiencias traumáticas: el arte puede ser un conducto seguro para reelaborar recuerdos difíciles sin la presión de una narración lineal o explícita.
- Fomentar la introspección y el autoconocimiento: la creación artística invita a la reflexión sobre el propio proceso, los materiales elegidos, los colores utilizados, lo que puede revelar patrones de pensamiento o sentimientos.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento: al crear algo, la persona experimenta control y logro, lo que puede traducirse en una mayor sensación de autoeficacia y resiliencia.
- Mejorar la comunicación: el arte puede servir como un puente para iniciar conversaciones con el profesional, ofreciendo un punto de partida visual o sensorial.
La arteterapia en la Educación Social
Como educadoras y educadores sociales, podemos integrar la arteterapia de múltiples formas en nuestro trabajo de acompañamiento, tanto a nivel individual como grupal:
- En el acompañamiento individual: ofrecer un espacio seguro donde la persona pueda expresarse libremente a través de materiales artísticos. Por ejemplo, utilizar el dibujo para explorar la dinámica familiar, o el collage para construir una visión de futuro.
- En la intervención grupal: la arteterapia facilita la cohesión, la comunicación no verbal y el entendimiento mutuo entre los miembros del grupo, compartiendo experiencias, dolencias, miedos… o simplemente disfrutando del grupo. Actividades como murales colaborativos, creación de objetos que representen el sentir del grupo o ejercicios de movimiento y expresión corporal pueden fortalecer lazos y abordar problemáticas comunes.
- Con colectivos específicos: es particularmente útil con niños y adolescentes (donde el juego y la expresión no verbal son más naturales), personas mayores (para estimular la memoria y la expresión), personas con diversidad funcional o personas que han vivido situaciones de exclusión o trauma.
“En el acompañamiento individual, he usado la arteterapia para poder entender y gestionar conductas autolesivas de una mujer que no era capaz de expresar qué sentía cuando se autolesionaba ni de imaginar su vida sin la autolesión” (Lucía Camargo de Berba Educación Social)
La riqueza de la arteterapia reside en su diversidad de formas. Desde la pintura y el dibujo, pasando por la escultura con barro o materiales reciclados, la danza y el movimiento, el teatro o la performance, la música y el sonido, hasta las artes textiles o la fotografía. Cada disciplina ofrece un camino único para la expresión y la exploración interior, y como decía no tiene límite, porque nada está bien o mal, y la creatividad de cada persona potencia la actividad elegida.
Como profesionales de la educación social y afines, al incorporar la arteterapia en nuestras intervenciones, no solo enriquecemos nuestras herramientas, sino que abrimos puertas a la autenticidad, la expresión profunda y el bienestar integral de las personas a las que acompañamos. Es una invitación a ver y a sentir más allá de lo evidente, a reconocer la inmensa capacidad de sanación que reside en el acto creativo.
Bibliografía
- American Art Therapy Association. (s.f.). About Art Therapy. Recuperado de https://arttherapy.org/about-art-therapy/
- Malchiodi, C. A. (2012). Handbook of Art Therapy. Guilford Press. (Aunque es un libro, es una referencia clave en el campo de la arteterapia que justifica su uso profesional y sus aplicaciones).
- Case, C., & Dalley, T. (2014). The Handbook of Art Therapy. Routledge. (Otra referencia fundamental que valida el uso de la arteterapia en diversos contextos de intervención).
